sábado, diciembre 31, 2011

Tetas arruinadas en el paraíso perdido.

Querido diario:
Hoy he visto a una caribeña con aspecto de transexual que venía para el examen radiológico de sus mamas. Tiene colocadas dos prótesis y las dos están rotas, con sendos 'linguini' en las imágenes de la ecografía y con fugas de silicona en varios puntos formando, sin duda, granulomas a cuerpo extraño. Además, hay una lesión superficial sospechosa, que también se nota al tacto, en una de las mamas. Le he propuesto una biopsia con aguja gruesa, que ha declinado. Parecía afectada emocionalmente, pero no estaba preocupada por un posible cáncer, sino por el hecho de que la sanidad pública no le financie la colocación de nuevas prótesis, sino sólo la retirada de las siliconas rotas. Se ha quejado de que no tiene dinero para pagarlas ella misma. Le he propuesto que se tome un tiempo para reflexionar acerca de la conveniencia de la biopsia. En su caso además, quizá fuera aceptable hacer una resonancia de mama (esto algunos colegas me lo discutirían) antes de realizar la biopsia. Sospecho que pasará mucho, mucho tiempo antes de que vuelva a ver a esta mujer. Quizá no la vea más. Espero que, después de todo, lo suyo no sea cáncer.
Me cuesta comprender, en general, a las mujeres que toman a la ligera esa clase de decisiones que siempre tienen algo de irreversible para satisfacer caprichos que excusan con la salvaguarda de su femineidad(¿?). Van de farol, suben la apuesta y luego, cuando pierden, piden que les devuelvan su dinero. Queridas, pagad vosotras vuestros propios estropicios. Ya tenéis todas mis simpatías: no pretendáis, además, sacarme también dinero.